¿Te has preguntado alguna vez cuál sería la forma más fácil de llevar tu voz a esferas fuera del equipo? En este post te muestro un ejemplo práctico de como crear tu Battle Mapping.
TIP: Try «Battle Mapping» to map out both the formal and informal structures of your organization, interactions, power relationships, and spheres of influence.
Geoff Watts: Scrum Mastery
Seguramente como Scrum Master sabes cómo podemos (y si somos capaces) de influenciar dentro de nuestro entorno más habitual, como por ejemplo el equipo. Quizá en este momento te hayas parado a pensar…»¿ha dicho influenciar? ¿eso significa conseguir que los demás hagan lo que nosotros queramos?»… no del todo 🙂 Influenciar es la capacidad que podamos desarrollar de TENER ALGÚN EFECTO sobre algo o alguien. Probablemente pueda sonar negativo, pero piensa que también existe la opción de que esta influencia sea positiva, ¿verdad?
Además, probablemente sepas que no sólo nos dedicamos a trabajar a nivel de equipo, sino que debemos trabajar también a nivel de toda la organización. En nuestro caso podemos decir que la influencia está dirigida a ayudar al resto de la organización durante la implementación de la cultura ágil y todo lo que implique una mejora continua a través de objetivos, empatía, enfoque de resultados, colaboración, identificación de impedimentos o cuellos de botella, etc…
Dicho esto, se nos presenta la opción de poder hacer un mapa en el que tengas claro qué tipo de relaciones tienes a tu alrededor y como puedes trabajar para llegar hasta donde quieras.
Crea tu propio Battle Mapping
Detecta a tus contactos
- Empieza creando un mapa en el que aparezcan todas las personas con las que trabajas habitualmente:
- Otros roles del equipo
- Stakeholders…
- Añade a los responsables directos o conexiones de estas personas, y sigue hasta el nivel que quieras.
Este es mi ejemplo:
Analiza el nivel de cada contacto
Puedes clasificar a tus contactos a través de diferentes tipos de conexión con ellos. Según Geoff Watts en Scrum Mastery, puedes usar los siguientes:
Aliado: aquella persona, con la que sabes que vais alineados en las decisiones. Seguramente con esta persona no harán falta las palabras para entenderos.
Seguidor: aquella persona que sabes que te escucha, te entiende y decide seguir tu punto de vista. Esto no quita que tome sus propias decisiones y encuentres en ella un punto crítico que te beneficie y te haga crecer.
Neutral: aquella persona con la que hablas y en ocasiones te entiende, en otras no. Tiene su punto de vista y respeta el tuyo.
Amenaza: aquella persona que puede dinamitar tus opiniones o acciones sin ni siquiera escucharte.
Enemigo: aquella persona que sabes sobradamente que no vale la pena ni proponerle ideas, vuestra cultura es totalmente opuesta.
Desconocido: aquella persona que no podrías clasificar todavía entre los puestos anteriores.
Piensa en las acciones
Las acciones que vayas a tomar resultarán de las expectativas que te marques. Tras identificar a cualquiera de las clases anteriores en tu mapa, marca las personas/roles a por los que quieras empezar a trabajar tu acercamiento. En mi caso puse una estrella amarilla.
Posibles pasos a seguir:
- Puedes empezar con aquellos contactos aliados y seguidores en los que te podrás apoyar para que tu causa tenga más efecto, al mismo tiempo que ampliar el abanico de ideas que te puedan aportar.
- Intenta saber qué le hace falta a la gente que consideras neutros para hacerte entender. Si en este nivel tienes algún manager, para hablar con él seguramente tengas que traducir tu lenguaje a beneficio económico o de cualquier otro tipo. Por ejemplo, si vas a decirle que el equipo dedica mucho tiempo a resolver consultas de negocio, no vayas con una medida subjetiva; mide cuánto es ese tiempo de dedicación, réstalo del tiempo que tengáis previsto en entregar algo del roadmap y calcula el coste de retraso. Es más, ves con alguna solución propuesta por el equipo, porque haber pensado ya en un camino a seguir denota el interés por arreglarlo.
- No te apures en intentar trabajar con los identificados como amenaza o enemigos. Date y dales tiempo. Aúna tus fuerzas para dirigirlas a otra parte. Tienes que ser consciente de que puede haber un límite y quizá no puedas llegar hasta donde te gustaría. Gestiona tus expectativas. Quizá esto no deje de ser como la vida misma; lo que no te aporte valor, que no te quite el sueño.
- ¿Qué hacer con los desconocidos? Conocerles 🙂 Busca la forma de integrarlos en tu grupo de contactos habituales, preséntate, explícales tu trabajo/función. Es una forma de que puedas hacerte una primera idea de en qué grupo de los anteriores les clasificarías.
En realidad, pensar en acciones concretas no deja de pasar por tener una visión individual de lo que quieres conseguir. Analízalo detenidamente, bájalo a objetivos concretos, retos…y mide tu éxito.
¿Y ahora qué?
Ves actualizando tu Battle Mapping cada cierto tiempo y verás tus avances o dónde tienes que poner más foco para conseguir tus objetivos.
Piensa que este mapa puede ser cambiante, a veces con que cambie una sola persona puede hacer que te lo tengas que replantear de nuevo. Tómatelo como un roadmap personal para priorizar dónde trabajar primero. Y no olvides que las prioridades cambian y que no sólo sucede porque cambien los demás, sino también por el valor que aportas tú mismo.
Espero que te sirva este battle-mapping. Ya sabes que puedes compartir los comentarios de tu experiencia cuando quieras.