Pedir feedback personal es una de las acciones individuales dentro del equipo que nos ayuda a mejorar la confianza, la motivación, las expectativas y por ende nuestra propia productividad. A continuación te cuento como puedes ayudar a los miembros del equipo a que lo vean como una práctica habitual.
Recientemente he estado promoviendo en los equipos un taller en el que trabajamos el pedir, dar y recibir feedback personal. En este post, como primera publicación de una trilogía, te voy a contar la parte del taller relacionada con PEDIR feedback personal.
Primeras preguntas que deberías hacerte
¿Qué conocen los equipos del feedback personal?
Me he dado cuenta que es muy fácil que los miembros del equipo lo confundan con, por ejemplo, feedback que se dan sobre como alguien ha desarrollado algo (feedback técnico). En este post vamos a hablar de como pedir feedback personal, es decir, esos comentarios que queremos recibir de alguien con la intención de ayudarnos a mejorar un comportamiento. Dado que este tipo de feedback debería poderse pedir 360, es decir en cualquier dirección respecto a la responsabilidad organizativa, podemos practicar en el taller no sólo entre miembros del equipo, sino también invitar a algún responsable si lo consideras necesario.
¿Por qué cuesta pedirlo?
La parte sentimental es una parte muy importante en todo lo que tenga relación con el feedback personal. Es normal que cueste pedirlo y sintamos cosas como las siguientes:
- Poner en riesgo nuestro reconocimiento
- Poner en un compromiso a la persona a la que se lo pedimos
- Sentirnos rechazados cuando nos lo den
- Afrontar una situación tensa
- Temor a recibir críticas
- …
Es por eso que, nosotros como Scrum Masters, tenemos que dar mucha visibilidad de esta experiencia, porque los miembros del equipo han de saber que sea como sea el feedback personal que vayan a recibir cuando lo pidan, les va a aportar beneficios.
Beneficios de pedir feedback personal
Alinear expectativas: porque durante la conversación que se está provocando entenderemos qué esperan los demás de nosotros y como los demás entienden nuestra situación.
Mejorar la motivación y eliminar los roces con otros: porque cuando las expectativas son claras, se conoce mejor nuestro lugar en el equipo.
Ser más productivo: cuando se está más motivado y se trabaja sin roces alrededor, se es mucho más productivo.
Cómo practicar el PEDIR feedback personal
Reúne a los miembros de tu equipo. Piensa en un número entre el uno y la cantidad de personas que sean. Grábalo en algún sitio y pídeles que cada uno diga uno. Aquel/lla que acierte el número que has anotado será quien rompa el hielo de la dinámica.
¿Qué dinámica llevar a cabo?
Muy fácil, sólo dile a la persona que le ha tocado que pida feedback personal a alguno de sus compañeros. Una vez hecho, comparte con el equipo y comprueba si se han tenido en cuenta estos puntos:
- Identificar bien a quien le pedimos feedback personal: Antes de pedir feedback debemos identificar a quien se lo queremos pedir, en función de lo que queramos saber. No vale coger a cualquiera, porque quizá esa persona no nos puede ayudar como se espera. Desde mi punto de vista tampoco sirve coger a quien sabes que no es demasiado crítico. Lo que esperas es que esa persona sea capaz de darte tanto feedback positivo como constructivo, ya que ambos nos ayudan a mejorar.
- Contactar con la persona/s con quién hemos pensado en el punto anterior: Hay que explicarle a la persona/s elegidas que te gustaría tener una conversación de feedback. Vamos a contactar antes de ir directamente a pedirlo porque puede que la otra persona no nos lo quiera dar o decida el momento más adecuado. Imaginaros que alguien os «atraca» en pleno pasillo para preguntaros algo como «Por cierto, ¿cómo crees que estoy aportando valor desde que entré?» Hay que darle espacio a la persona a la que se lo vayamos a pedir para que pueda pensar, de forma que su ayuda será mucho más válida.
- Preparar bien las preguntas de las que nos gustaría recibir feedback: Procuremos preguntar sobre algo concreto y evitar las preguntar abiertas porque se pueden malinterpretar. Por ejemplo:
- No se debería preguntar algo como: «¿Cómo me ves?«, «¿En qué crees que aporto valor?«, «¿Qué podría hacer mejor?«
- Mejor preguntarlo como: «¿Cómo me viste facilitando la última Retrospectiva?«, «¿Qué podría mejorar en mi forma de comunicarme con el equipo?«
Ahora puedes ver si hubo alguna diferencia en cómo se pidió al inicio y puedes pedir al equipo que reformule esa situación.
Esta práctica la puedes hacer sola o unirla a las prácticas de DAR feedback personal y RECIBIR feedback personal. Sea como sea, es algo que está bien practicar de forma periódica dentro de los equipos. En mi caso, me gusta reservar un espacio para ello, porque sé que no todos los miembros del equipo suelen hacerlo periódicamente, así que de alguna forma, aunque sólo sea ese día, podemos contar con los beneficios de esta cultura.
¿Te ha parecido interesante esta entrada? ¿Tienes alguna otra idea de cómo practicar el PEDIR feedback personal? ¡No dudes en dejar tus ideas en los comentarios para ampliar las propuestas de la práctica!