Recuerdo el momento en el que debía empezar con los One To One: me preguntaba a mí misma si algún día llegaría a servir para eso, pues para empezar, necesitaba enfrentarme a la sensación de estar delante de un «desconocido» preguntándole qué tal se siente…
El miedo y/o la vergüenza
Pues en mi caso un poco de todo, quizá más vergüenza que el miedo a que lo hiciera tan mal que no se entendiera el por qué de las sesiones. Así que creí que lo más conveniente era dejar claro desde el principio de qué se trataba.
1er paso: en la convocatoria periódica siempre añado una pequeña explicación de lo que van estas quedadas. Simplemente algo como:
«¡Hola! Te convoco a las reuniones One To One con la intención que compartamos un tiempo informal de forma periódica. No son reuniones obligatorias. Se trata de charlar por si tienes dudas sobre el método, el equipo, la organización, sobre cualquier cosa que te comporte una preocupación, o sobre aquello personal / laboral que quieras mejorar.»
Si tras leer lo de «periódica» os estáis preguntando cada cuánto las convoco, la respuesta es una vez al mes. Quizá estáis pensando que es mucho tiempo entre sesión y sesión, pero es lo que a mí me funciona según el feedback que tengo de mis compañeros de equipo. Eso sí, dejo muy claro que pueden hablar conmigo siempre que quieran, no hace falta que se esperen al día D. Y algunos así lo hacen.
El desarrollo de la sesión
Después de haber hecho ya unas cuantas sesiones y a unas 20 personas diferentes, puedo deciros que es como ir de compras. Tu sales tan felizmente a buscar unas deportivas, y vuelves a casa con tres camisetas y unos pantalones…eso sí ¡sin deportivas! 🙂 Pues los One To One igual: te los preparas para llevar algo con lo que charlar y te vas con mucho de lo que no esperabas. Y eso no es mal, al contrario, nos están diciendo que la sesión gusta, que la gente la aprovecha y que ese momento les sirve. Si sólo dirigiéramos la sesión nosotros, la señal sería que la persona acude casi por curiosidad 🙁
Recordad que los One To One se hacen siempre con la intención de ayudar al otro, no a nosotros mismos. Aunque preparemos la sesión para trabajar un tema concreto, siempre debemos aplicar las bases de la escucha activa y empática.
Estas bases coinciden con el coaching, y ahí se abre le debate de si estas sesiones son de coaching o no…Desde mi punto de vista no es lo mismo, pero está estrechamente ligado.
One To One vs coaching
Diferencias
- Para empezar, cuando alguien quiere sesiones de coaching, las busca. En cambio, los One To One son charlas que convocamos nosotros. Es por ese motivo que podemos encontrarnos con el caso de alguien que nos diga que no lo necesita. No pasa nada, veréis que con el tiempo es posible que se sumen. Nunca hay que obligar a nadie, pero es posible que el boca a boca de los compañeros que asisten hará que vuelvan. Yo nunca me he encontrado con alguien que me dijera que no quería venir, pero sí que he notado que hay personas que han pasado de anularlo por vacaciones o por estar muy ocupados, a querer cambiarlo de día. ¡Eso para mí ya es un éxito! Y cómo no ¡me hace feliz!
- En una sesión de coaching, el coach (role que cogeríamos nosotros como Scrum Master) ayuda al coachee a llegar a sus propias conclusiones. Si no llega en esa sesión, llegará en otra. A veces hasta que no detectan lo que puede estar perturbando a la otra persona, pueden pasar varias quedadas. Nosotros, no sólo por ser SM ya tenemos que ser coach. Es por eso que a veces ves tan claro como puedes ayudar a la persona que tienes delante, que no puedes evitar explicarle qué le puede ayudar, en otras palabras, dar consejo. Al final, en una sesión de One To One entre SM y miembro del equipo, los dos pueden aportar.
Similitudes
- En ambos casos, la base es escuchar a la persona que tenemos delante. Como he comentado antes, la escucha activa y la escucha empática son muy importantes para entender lo que nos están explicando y poder ayudar.
- Hacer que las soluciones surjan de la persona que tenemos delante.
- Hacer que surjan acciones de la charla para mejorar la situación que se está planteando.
- Realizar las preguntas conocidas como preguntas poderosas.
¿Cómo podemos mejorar los One To One?
Al principio me obsesionaba con que saliera bien, con que la persona que tenía delante saliera con acciones, encontrara una solución aunque se la tuviera que dar yo. Me preocupaba no haber hecho las preguntas correctas, ¿habían sido poderosas o no? Pensaba que si se iba sin nada, la sesión no había sido válida. Pero con el tiempo he entendido que quizá en ocasiones basta con que la persona que tengo delante se vaya con alguna reflexión que le aporte mejora.
Como todo, para mejorar se trata de practicar, practicar y practicar, y no os olvidéis de pedir feedback cada vez que creáis que os pueda ser útil para prepararos la siguiente sesión.
Por otro lado, no nos queda otra que aprender. Ya sabemos que los cursos no son precisamente económicos. Yo estoy registrada en la web de la escuela europea de coaching, en la que van haciendo sesiones online de coaching, son gratuitas y de una hora a través de webinar.
Recordad que estáis intentando ayudar a alguien que en un 99% de las ocasiones no os habrá pedido ayuda ¿por qué? Porque seguramente no están acostumbrados a hacerlo de esta forma. Porque los equipos nuevos tampoco saben que el Scrum Master hace One To One, en todo caso lo harán con su responsable, y es distinto. Porque es posible que no nos vean como a un coach. Así que la buena intención con la que hagáis estas sesiones ya es un logro.
En el siguiente post os contaré como preparo yo las reuniones One To One. Espero, como siempre, poder haberos sido de alguna ayuda desde mi experiencia. Y ya sabéis que podéis dejar vuestros comentarios, eso también me hace reflexionar y aprender de vosotros.
¡Gracias!